Ciudad de México, 2 de noviembre (SinEmbargo).– Esta semana fue definitiva en el caso de los activistas del grupo ecologista Greenpeace detenidos en Rusia, acusados de vandalismo tras una protesta para defender el Ártico.
Mientras el grupo ecologista consiguió más de 1.7 millones de firmas alrededor del mundo, gracias a la “Jornada global de llamados” que se realizó en 25 países del mundo –incluyendo México–, la justicia rusa dictó el miércoles las primeras acusaciones en contra cuatro de los 30 ambientalistas detenidos.
El 19 de septiembre, un total de 28 activistas de Greenpeace y dos periodistas, procedentes de 17 países, fueron arrestados después de tratar de escalar una plataforma del corporativo petrolero Gazprom en la costa norte de Rusia, primera de ese país en el Ártico. Los activistas viajaban en el barco “Artic Sunrise”, de bandera holandesa.
“Estamos convocando a gente de todo el mundo a que llamen a las embajadas rusas para pedirles que intervengan a favor de nuestros compañeros detenidos en Rusia”, explicó a la agencia de noticias Efe el vocero de Greenpeace en Argentina, Hernán Giardini.
Inicialmente, los detenidos fueron acusados de piratería, pero la semana pasada, el Comité de Instrucción de Rusia (CIR) rebajó de “piratería” a “vandalismo” los cargos contra los 28 activistas de Greenpeace, un camarógrafo y un fotógrafo independientes, lo que implica asimismo una reducción de pena de 15 a 7 años de prisión.
“A pesar de que este movimiento ha cobrado muchísima fuerza, nuestros compañeros aún siguen en prisión. Está claro que no se encuentran encarcelados por lo que hicieron, sino porque representan la voz de millones de personas que estamos en pie y en contra de que las compañías petroleras más poderosas del mundo perforen el Ártico”, expone una convocatoria para recabar más firmas, lanzada esta semana por la organización en México.
“Les pido que interceda y nos ayude a que sean liberadas las 30 personas que están arrestadas en Rusia por haber protestado pacíficamente para proteger el Ártico de la extracción petrolera (…), ayúdenos a hacer evidente frente al mundo entero que Rusia, como parte de la comunidad internacional, puede demostrar su liderazgo y su responsabilidad con el Ártico”, se agrega en la convocatoria.
Holanda pidió al Tribunal Internacional de Derecho Marítimo, con sede en Hamburgo, Alemania, que ordene a Rusia la liberación del buque de Greenpeace y a los activistas que viajaban a bordo.
El 23 de octubre, Rusia informó en un comunicado a Holanda y al Tribunal que no va a participar en litigios internacionales por el caso de Greenpeace.
Moscú también rechazó el procedimiento de arbitraje iniciado por el gobierno holandés para que Rusia y Países Bajos nombren “árbitros” para encontrar una solución al caso del barco “Artic Sunrise” de Greenpeace que navegaba con bandera holandesa.
“Rusia sigue abierta a encontrar una solución”, destacó el Ministerio de Relaciones Exteriores en el comunicado.
Las acciones realizadas esta semana por el grupo ecologista se suman a las organizadas el pasado fin de semana, cuando uno de sus activistas subió al segundo piso de la Torre Eiffel, en París, para pedir la liberación de los presos.
El hombre quedó suspendido con un cartel en el cual se leía la exigencia de Greenpeace para que se libere a los activistas.
En un gran cartel amarillo se leía: “Libertad Ártico 30″. El activista fue asistido por los bomberos para bajar del emblemático monumento francés dos horas más tarde sin que se reportaran incidentes.
La protesta duró unas dos horas y terminó sin incidentes, una vez que los agentes del orden detuvieron al activista y a cinco colaboradores y retiraron la pancarta, en la que podía leerse en inglés “Libertad para los 30 del Ártico” y en francés “Militantes en prisión, clima en peligro”.
“Estamos aquí para pedir al gobierno francés a hacer todo lo que esté a su alcance para conseguir la liberación de los 28 activistas y dos periodistas que han estado en la cárcel en Rusia durante 38 días” dijo el jefe de Greenpeace en Francia, Cyrille Cormier.